Hay cinco tipos básicos de la piel: Piel normal, grasa, seca, mixta y sensible. El tipo de piel está determinado por la genética, sin embargo, también puede variar según diversos factores internos y externos a los que esté sometida.
Piel normal
Esta piel no es ni demasiado seca ni demasiado grasa. Tiene una textura regular, sin imperfecciones y un aspecto limpio y suave. Además, produce sebo de forma equilibrada y tiene una buena circulación sanguínea.
En general, no necesita cuidados especiales. Sin embargo, debes asegurarte de mantenerte saludable y seguir un régimen básico de cuidado de la piel.
Piel grasa
La piel grasa tiene un aspecto poroso, húmedo y brillante. Es causada por una producción excesiva de grasa por parte de las glándulas sebáceas, y generalmente está determinada por causas genéticas y/u hormonales. Es frecuente en adolescentes y jóvenes menores de 30 años, y suele relacionarse con la aparición de acné.
¿Qué hago si mi piel es grasa? Hidrata tu piel con regularidad, mantente hidratada. Además, bebe suficiente agua para mantener tu piel húmeda y lava tu cara dos veces al día, ya que así eliminarás la suciedad y las bacterias que puedan obstruir tus poros.
Piel seca
Generalmente se caracteriza por una sensación de tirantez y aspereza. Este tipo de piel produce menos sebo que la piel normal. Si bien su causa es genética, en muchos casos, la piel seca es causada por factores externos como el clima, la baja humedad del aire y la inmersión en agua caliente.
¿Qué hago si mi piel es seca? Hidrata tu piel con regularidad, no laves tu cara con agua caliente, bebe mucha agua y usa protector solar.
Piel mixta
Presenta características tanto de piel seca como grasa, ya que la distribución de las glándulas sebáceas y sudoríparas no es homogénea. El área con más grasa suele ser la zona T (frente, nariz y barbilla), mientras que la piel de las mejillas es normal o seca.
¿Qué hago si mi piel es mixta? Usa productos de limpieza suave, exfolia tu piel una vez a la semana, no uses los mismos productos para tu zona T y el resto de tu rostro, y además, compra productos sin aceite para evitar la obstrucción de los poros.
Piel sensible
La piel sensible es más propensa a reaccionar a los estímulos a los que la piel normal no reacciona. Es una piel frágil, generalmente puede sufrir de tirantez, enrojecimiento o picor.
Este tipo de piel pierde su función protectora, lo que facilita la entrada de microorganismos y sustancias irritantes, y aumenta la posibilidad de tener una infección y reacciones alérgicas. A veces, se la denomina piel irritada en lugar de sensible, pero estos términos son sinónimos y no existen diferencias dermatológicas entre ellos.
¿Qué hago si mi piel es sensible? Prueba los productos en tu mano antes de usarlos en tu rostro, y espera por 24 horas. Además, no lleves una rutina de skincare con muchos pasos. Finalmente, no creas ciegamente en la etiqueta "hipoalergénico": siempre testéalos en tu mano antes de usarlos.
Todas las pieles son distintas, por lo que es esencial conocerlas para elegir aquellos productos que mejor nos funcionarán para mantener nuestra piel saludable.
