¿Sabías que la piel es el órgano más grande del cuerpo? Comprender la estructura de la piel es el primer paso para mantener este órgano saludable. Aún mejor, este conocimiento puede ayudarnos a identificar dónde comienzan los problemas, para así poder elegir productos que realmente nos ayudarán a resolverlos.
La piel comprende una gran parte del sistema tegumentario (la cobertura natural de un organismo). Este sistema de órganos también contiene cabello, uñas, las glándulas sebáceas y sudoríparas.
La función principal de la piel en este sistema es actuar como una barrera: Proporciona protección contra varios elementos ambientales como lo son la temperatura, bacterias, productos químicos, el sol y mucho más.
Capas de la piel
La piel tiene tres capas principales y cada una de ellas tiene un propósito en específico.
Epidermis
Es la capa externa de la piel y es la primera línea de defensa del cuerpo contra bacterias, virus e incluso el medio ambiente. Está formada por millones de células de la piel unidas por lípidos. Esto crea una barrera resistente que regula la cantidad de agua que se libera del cuerpo.
La mayoría de los productos para el cuidado de la piel actúan sobre la epidermis, incluida la protección solar. También contiene el pigmento que le da a la piel su color. En esta capa también es donde aparecen los problemas de la piel como la hiperpigmentación y las cicatrices del acné.
Aquí, de igual modo, se alberga la barrera cutánea que protege al cuerpo de la pérdida de agua y nutrientes. Los humectantes actúan en este lugar para nutrir y retener la humedad. Cuando la barrera cutánea no funciona correctamente, puede causar todo tipo de problemas, incluida la piel opaca, escamosa o enrojecida.
Dermis
Es en la Dermis donde ocurre gran parte de la magia, al menos en la piel. El colágeno y la elastina constituyen la mayor parte de esta capa, así como los fibroblastos (el tipo de célula que crea el colágeno y el tejido elástico). Estas dos proteínas se degradan a medida que envejecemos, lo que puede provocar la aparición de arrugas, es por eso que existen productos antienvejecimiento que actúan dirigiéndose exclusivamente a estas proteínas.
Además, aunque afecta la apariencia de la epidermis, el acné en realidad comienza en la dermis. En esta capa se encuentran las glándulas sebáceas, que producen aceites naturales que mantienen la piel tersa y protegida, pero cuando crean demasiado aceite, pueden obstruir los poros y causar los temidos granos.
Adicionalmente, aquí también se encuentran raíces de cabello, terminaciones nerviosas, vasos sanguíneos y glándulas sudoríparas que ayudan a regular la temperatura corporal y eliminan los desechos.
Tejido subcutáneo
El Tejido Subcutáneo, también conocido como hipodermis, es la capa más profunda de la piel. Es tan profunda, que los ingredientes activos de los productos de skincare no alcanzan a llegar a este lugar. La función principal es almacenar grasa, además, la hipodermis contiene el tejido conectivo que une la dermis a los músculos y huesos. Asimismo, brinda apoyo a los vasos sanguíneos, los nervios y las glándulas de la dermis.
The Journal of the Dermatology Nurses' Association afirma que esta capa almacena células grasas que el cuerpo puede usar para obtener energía o para producir ciertas hormonas, incluida la leptina, que ayuda a regular el peso corporal. Si bien los productos para el cuidado de la piel no llegan al tejido subcutáneo, llevar un estilo de vida saludable puede ayudar a garantizar que la salud de la piel comience de adentro hacia afuera.
Un buen cuidado de la piel significa proteger y dar soporte a cada capa de la piel. Aprender estos conceptos básicos nos ayudará a comprender mejor cómo cuidar y mantener nuestra piel saludable.
