La piel es el órgano más extenso de nuestro cuerpo y cumple una función imprescindible para proteger nuestro cuerpo, está constantemente expuesta a estímulos externos, por lo que es importante que hagas pequeños cambios en tu rutina habitual para que la cuides como se merece y evites el envejecimiento prematuro.
Cuando nuestra piel se encuentra reseca es porque la epidermis (capa más externa) se encuentra dañada y no puede retener la humedad, por lo que nuestra piel se agrieta y envejece.
Lo principal para que nuestra piel luzca sana y joven es mantener los niveles de hidratación que esta necesita, consumir agua es igual de importante que aplicarse crema hidratante o sérum. El agua mejora la elasticidad de la piel, calma las irritaciones y mejora su aspecto.
Otro de los principales factores para que nuestra piel luzca saludable es llevar una alimentación balanceada, se ha comprobado que una dieta rica en legumbres, proteínas, vitaminas y minerales tiene una directa relación con la estructura de nuestra piel.
Por ejemplo, las proteínas son fundamentales para mantener la firmeza y elasticidad de la piel, ya que son precursores de la formación de colágeno y elastina, por otra parte, los antioxidantes principalmente la vitamina C y E indicen en el estado de nuestra piel.
Evita el alcohol y fumar, ya que, estos aumentan la deshidratación y los radicales libres. Evita exponerte al sol, El sol produce envejecimiento cutáneo, y acelera significativamente la pérdida de colágeno y elastina.
